No es que esté indignado, no. Es que estoy hasta los mismísimos cojones. Tal cual.Que el tonto del pueblo siga, que ha tenido mucha suerte, porque a ese pueblo del que es tonto le cuesta arrancar. Pero acabará haciéndolo. Y entonces, que se prepare, porque no habrá pelotas de goma que le detenga. Y ahí es cuando se arrepentirá de haber tomado decisiones que estaban muy por encima de sus posibilidades. De las intelectuales, claro está.
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