Abro la nevera tan tranquilo cuando me fijo en que hay un huevo medio roto. Lo cojo y me doy cuenta de que no está medio roto. ¡Si no que tiene un parche! ¡Un parche hecho con la cáscara de otro huevo! ¡Que las dos cáscaras ni siquiera tienen el mismo color! ¡Que en la parte del parche se puede ver algo de la pintura esa roja con la que les ponen los números de serie!
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