Así empieza: "Un día te encontraste aquél paraguas negro y gastado apoyado en un banco del parque. Recuerda que te encantó su empuñadura roja brillante con grabados. Te pareció un paraguas muy alegre. Interpretaste aquel paraguas como una especie de señal y después de una mirada pensativa, lo adoptaste como símbolo de tu nueva madurez -tu siempre habías odiado los paraguas-"...
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