La consecuencia lógica de la desaparición de este último tributo,salvo que por ley se previera expresamente otra cosa,sería que las ganancias gravadas por él pasaran a estarlo por el Impuesto de la Renta. Lo que ocurre cuando recibo una herencia,y esto será difícil negarlo incluso por el más apasionado adversario del Impuesto de Sucesiones,es que aumenta el valor de mi patrimonio personal. En la mayoría de países,no obstante,se saca esta renta del IRPF y se grava en un tributo específico..Un tratamiento menos oneroso para el contribuyente..
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