La panadería Kawashimaya, con sede en la ciudad japonesa de Chiba y una trayectoria de más de 100 años, ha lanzado al mercado «Wine Bread», un pan elaborado con sedimentos de vino, un subproducto tradicionalmente descartado en el proceso de vinificación. El proyecto, desarrollado en colaboración con Sawa Wines, una bodega local de la ciudad de Yachimata, busca unir sostenibilidad y dinamización económica a través de la reutilización creativa de residuos alimentarios.
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Vamos, si solamente lo hace esa empresa en Japón no será relevante, si la noticia hace que las miles de toneladas de estos productos que se tiran en todo el mundo se utilicen para hacer pan...
Si sería algo relevante.
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