El agente forestal de zona Antonio Pimentel cortó ayer personalmente una de las trampas de acero sobre cuya insólita aparición en montes de las comarcas de O Baixo Miño y O Val Miñor alertaron ciclistas y motoristas. El experto confirmaba el lunes que había recibido varias denuncias sobre este tipo de hallazgos en senderos y caminos, a algo más de un metro de altura y con obvias consecuencias fatales para cualquier persona.
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