Las palabras y el carisma de Otegi siguen dando miedo al Gobierno español hasta en prisión, lo que es una manera de desvelar su auténtico pavor hacia EH Bildu. Los del PP llevan mal lo de la democracia. Ellos son más de rencor, trampa, berrido y palo. El partido que más allá del Ebro cosechó mayoría absoluta puede quedar aquí poco más que residual, con una representación que no le dé ni para pactar una procesión con misa. Y se le ve rabioso.
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