Los ornitorrincos son unos de los pocos mamíferos venenosos. Los machos producen un veneno con 80 toxinas diferentes en las glándulas abdominales y lo inoculan con sus espolones de las patas traseras. Su veneno parece ser un ejemplo de evolución convergente, dice Wesley Warren de la Universidad Washington, pues los 83 genes que codifican esta mezcla peligrosa se parecen a los de 13 familias de toxinas presentes en serpientes, lagartos, arañas, estrellas y anémonas de mar. Más:
es.wikipedia.org/wiki/Ornithorhynchus_anatinus#Veneno