Datos recopilados por científicos de la Universidad de Melbourne en el zoológico de esa ciudad australiana muestran que los orangutanes consideran el mirar a la gente como una forma agradable de pasar la tarde. En los recintos de cinco orangutanes las ventanas se dejaron completamente abiertas o sólo parcialmente abiertas, para dar a los simios la posibilidad de escoger si esconderse de las miradas del público o no. Resultado: prefirieron quedarse a la vista, es decir, mirando ellos también.
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