El objetivo prioritario de esta industria okupa son los pisos en proceso de desahucio. En cuanto se sabe que un propietario va a ser expulsado por el banco, la maquinaria se pone en marcha. Se vigila el piso para evitar que otros ocupantes ilegales puedan tomar la vivienda, en cuanto sale el propietario desahuciado entran los okupas exprés, bloquean la cerradura y esperan a que pasen 48 horas, el tiempo límite que tienen los mossos d'esquadra para desalojarles sin que medie procedimiento judicial.
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