[...] Y es que el reino de la picaresca ha hallado en la tráfico de datos personales un filón para expandirse. Ganchos como SMS que prometen regalos a cambio de contar cómo te llamas, dónde vives o páginas web que prometen darte la “biografía” de quien quieras sólo con teclear su nombre piden y piden cada vez más datos personales sin que nadie explique para qué los quieren.
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