(...) ¿no habéis notado que últimamente hay que andarse de puntillas para todo? Por ejemplo, el caso más claro en mi opinión de los últimos tiempos: la Iglesia. Una institución que ha perseguido a los que no les apoyaban, que ha apoyado dictadores, que jamás ha defendido las libertades civiles (salvo las que les afectaban directamente) debería tener la decencia de callarse unos cuantos siglos, aunque sólo sea por compensar. Pues no. Ahora resulta que si el Gobierno me reconoce el derecho a casarme, les estoy ofendiendo. ¡YO a ELLOS! (...)[/c&p]
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