“En un esfuerzo por garantizar que ningún médico musulmán intente volar nunca más el Aeropuerto de Glasgow, los burócratas de los hospitales públicos de Glasgow han decretado que en adelante, absolutamente ningún miembro del personal comerá en sus instalaciones o en sus oficinas durante el sagrado mes del Ramadán, con el fin de que ningún musulmán en ayuno se vea ofendido por la visión o el olor de la comida. Las máquinas expendedoras también desaparecerán de los aledaños durante ese período”.
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