Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois han desarrollado electrónica autodestruible utilizando circuitos de magnesio sobre una lámina de polímero. El circuito se reviste de cera —como la utilizada para fabricar velas— que contiene partículas microscópicas de ácido metanosulfónico. Cuando la temperatura se eleva hasta los 55°, más o menos, la cera se funde liberando el ácido sobre los circuitos, corroyéndolos. Los componentes se destruyen totalmente en cuestión de minutos.
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