La construcción de una infraestructura que emplea a 500 trabajadores obviamente repercute de forma positiva en los negocios de su entorno. Pese a la magnitud de la obra del nuevo hospital –cumple un año en marcha–, el impacto económico en la mayoría de taperías y restaurantes de Beade no ha sido tan importante como la que se esperaba. Una buena parte de los operarios trabaja a jornada continua, y los que tienen turno partido sustituyen el tradicional menú del día por el bocadillo o el tupperware.
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