"Nuestros rediles decrecen", confiesa el episcopado español. Los seminarios languidecen, las iglesias se vacían y los curas son cada vez menos, más mayores y más desanimados. España vuelve a ser país de misión. Por eso, los prelados quieren lanzar a sus curas a una "nueva evangelización", a salir a buscar y a "conducir a otras ovejas al redil", al tiempo que reivindican su papel y su labor.
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