La pregunta es si toda esta operación constituye en realidad un éxito o si es una manifestación más de la perversión del actual sistema financiero. Lo que sucedió ayer es que la gran banca, que había recibido del BCE crédito al 1%, adquirió 10.000 millones de deuda española por los que recibirá unos intereses que oscilan entre el 3,3% y el 3,7%. En suma, un colosal pelotazo de la banca, que, salvo sorpresas, destinará la ganancia a tapar agujeros contables propios y no a abrir el grifo crediticio a la economía real.
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