El nuevo gobierno de Armilla, formado tras la moción de censura, comenzará a funcionar con el alcalde y cuatro concejales a sueldo, lo que supone un recorte del número de nóminas políticas que tendrá que pagar el Ayuntamiento. Pero eso sí, esos salarios se incrementarán a casi el doble de los anteriores. Los concejales liberados (que trabajan exclusivamente para el Ayuntamiento) pasarán de cobrar 25.000 a 48.000 euros.
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