En la línea 322 de autobuses, que une las ciudades israelíes de Tel Aviv y Ashdod, es obligatorio que las mujeres se sienten en el fondo del vehículo, mientras que la parte delantera está reservada a los hombres, una circunstancia relativamente frecuente en otras zonas de mayoría judía ortodoxa, pero menos habitual en Tel Aviv, capital de la modernidad israelí. La alcaldesa de Tel Aviv, Yael Dayan, del partido Meretz (izquierda) ha manifestado su sorpresa al conocer la noticia. "En cualquier caso, es inaceptable", ha dicho.
|
etiquetas: tel aviv , autobús , segregación