Tras brindar dos conciertos en Guatemala, el músico fue acribillado en medio de un babélico ajuste de cuentas del narcotráfico. “¡Habían asesinado de un tiro al hombre que más odiaba las armas!” Tras fugarse de los correccionales, se forjó en las calles de La Plata y Tandil, en Argentina, y se hizo alcohólico prematuro cuando comenzó a vagar hasta caer preso a los 14 años. En la cárcel, un sacerdote jesuita le enseñó a leer y luego a escribir, lo puso en contacto con libros y lo hizo completar su educación básica.
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