Cuantas veces habré recibido: “El Tótem de la suerte“, o esos mensajes que prometen el oro y el moro pero a cambio tienes que reenviarlo 30 veces o mas, en menos de 30 minutos, o sino caerá una maldición terrible que te fulminará a ti y a los tuyos por los tiempos de los tiempos. ¿Pero de verdad alguien se cree esto? Y lo peor no es recibir el mensaje, sino la ristra interminable de tontos que se van re-enviando el mensaje, con emails inclusive.
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