Soy la madre de David Segarra Soler...No quiero contar el infierno personal por el que he transitado estos días. Sería ridículo al lado del continuo y diario dolor de las madres palestinas. Soy una afortunada, mi hijo David vuelve de la masacre del Mavi Mármara sano y salvo.Los soldados israelíes le habrán podido destrozar su única arma letal: la cámara de vídeo. Pero lo que olvidan es que los seres humanos tienen ojos, oídos, boca y memoria para contarle al mundo el horror del que fueron testigos...
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