En 1994 el fotógrafo Kevin Carter ganó el premio Pulitzer por esta fotografía en la que puede verse a una pequeña niña -es el bulto de delante- acurrucada en el suelo.[...] Tras la publicación de la fotografía -y no antes- se recibieron millones de llamadas interesándose por el destino de la niña. [...] Lo que más me llama la atención de esta historia es que se critique a un hombre que lo único que ha hecho es reflejar un mundo que hemos construido entre todos. [...] Cuatro meses después, Kevin Carter se suicidó.
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