Los bomberos tienen que realizar horas extra, fines de semana, noches e incluso cubrir incendios a los que debería acudir el cuerpo provincial. "Yo soy cabo y cobro 1.900 euros. No es una miseria pero hacemos cosas que a veces ni se nos pagan. Nuestro trabajo tiene riesgo", afirma. Aunque ve difícil conseguir algo con las protestas, está convencido de que "esto no se va a acabar aquí" y asegura que van a "llegar hasta donde haga falta".
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