Aunque se suele decir que de Madrid se va al cielo, lo cierto es que no es una ciudad fácil: respiramos una contaminación que apodamos “la boina”, sufrimos dificultades extraordinarias para acceder a la vivienda, pagamos dos veces por que nos recojan la basura y así un largo etcétera. Todos estos males empeoran nuestra calidad de vida, pero casi nos pasan desapercibidos cuando nos recuerdan nuestra mayor vergüenza: tener una alcaldesa puesta a dedo, Ana Botella.
|
etiquetas: madrid , ana botella , recortes , olimpiadas