Dentro de esa búsqueda por transmitir señales a lugares poco accesibles, han surgido todo tipo de iniciativas, que se aprovechan de dispositivos que hace años hubiera sido imposible imaginar que sirvieran como herramientas transmisoras. Tenemos el caso de los globos de Google e incluso el gigantesco drone de Facebook, pero hoy veremos como el agua de mar también puede ser una excelente opción.
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