Tres mujeres “radicales del teletrabajo” (aunque prefieren definirse simplemente como acérrimas defensoras) de tres sectores muy distintos. Una trabajadora de Google. Una madre que buscó la manera de poder cuidar de su pequeña montando su propio estudio de sonido en casa. Una traductora que ha encontrado la fórmula perfecta de desarrollar su carrera profesional desde su rinconcito. Tres mujeres cuyo hogar es también su puesto de trabajo. Y no lo cambian por nada.
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