Es el cuento de siempre. Una historia repleta de filtraciones, adelantos por la derecha y tecnologías que por no tener una patente adecuada pudieron copiarse y reventarse enseguida. Así está el panorama de los videojuegos actualmente, las empresas se guardan las cartas en la manga hasta el último momento para que el espionaje industrial no haga de las suyas. Pegar el primero equivale a pegar más fuerte, pero si tienes éxito también acarrea ser copiado hasta la saciedad.
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