La crisis de crédito no afecta a todo el mundo por igual. Todavía hay quienes pueden conseguir financiación, por lo menos en Estados Unidos, donde una madre decidió poner a prueba los sistemas de control de Bank of America y pidió una tarjeta de crédito para su hijo de cinco años. Tras rellenas la solicitud con los datos del niño, año de nacimiento e ingresos (cero dólares) incluidos, apenas tardó unas semanas en recibir por correo su nueva tarjeta a nombre del niño y con un límite de 600 dólares.
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