Son muchos. Y está sucediendo en Lanzarote. Niños que van al colegio sin desayunar. Padres que por vergüenza no cuentan nada. Algún pequeño que se desmaya de camino a clase. Muchos maestros que detectan que su primer problema no es el fracaso escolar. Una niña que se duerme en el aula por sueño o debilidad. Integrantes de una generación que nos acompañan y que no cuentan con lo más básico para formar parte real de nuestra sociedad: Comida.
|
etiquetas: opinión , niño , niña , desayuno