Debo volver a cruzar la frontera pronto, ya que los militares se están poniendo cada día más pesados incluso con los extranjeros por el tema del cólera... Cada día tengo a más gente en la puerta de casa, ofreciéndome a sus hijos... me dicen orgullosas que sus hijos son buenos trabajadores y que sus hijos ya no se hacen ni pis ni cacas... son incapaces de darles de comer, así que te los regalan... A uno le falta la parte superior de la oreja, otro tiene la mano inmóvil... suplen sus carencias emocionales haciéndonos mínimas donaciones de cemento
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