“Si yo no pego a mi hijo, solo le doy alguna torta de vez en cuando para que vaya bien tieso y no se le olvide quién manda”. “De hecho, me duele más a mí que a él”. “No me gusta, pero hay veces en las que no me deja opción”. Bien, en primer lugar, si les enseñamos a nuestros hijos que la violencia -con independencia del tipo que sea- sirve para conseguir un propósito es lo que ellos van a aprender. Piensa que nuestras acciones para educar al final son las que más educan: no hay nada que enseñe más que el ejemplo que dan las personas de referen
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