Ayer estaba paseando por los alrededores de la catedral de Sevilla y me paré a mirar a un hombre que me pareció estar pidiendo. Era diferente a los demás. No pedía nada para él. Regalaba discos de música en los que había participado (con depósito legal y todo). No aceptaba dinero, solo daba un número de cuenta para su hijo. Afirma vivir en un coche y que la policía local le requisó la guitarra, su medio de vida, y ahora está en huelga de hambre.
|
etiquetas: calle , sevilla , huelga de hambre , nikolay ulyanov