El párroco de A Escravitude, Ramón Barral, reconoció que le había negado la comunión amparándose en que "esa niña es una persona totalmente discapacitada, y no es objeto de comunión para mi". Por toda respuesta el cura le dijo que "darlle a partícula a unha persoa coma ela era como tirarla".Vía Im-pulso
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