Los hechos ocurrieron el pasado 29 de diciembre, cuando una anciana de 80 años, vecina de Alcoy, llamó al servicio de urgencias de la Conselleria de Sanidad con el fin de pedir asistencia médica respecto de su estado de salud. Según las mismas fuentes, el médico interrumpió a la octogenaria mientras hacía, en valenciano, la explicación de los síntomas que padecía, y le exigió que le hablara en castellano, recordándole su “obligación legal” de usar esta lengua. En valenciano, traducción en
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