El amigacho Cage sigue de faena y continúa participando en proyectos subterráneos que, la verdad, encajan muy bien con su rollito de «estoy demente y disfruto con ello». Después de invertir buena parte de su dinero en comprarse un cráneo de dinosaurio, Nicolas ya no tiene para los cubatas y, por suerte para nosotros, los fans del cine de serie B y lo delirante, ahora se ve obligado a ofrendarnos pelis de lo más gustosas. Cuánto tardará en volver a las pelis de acción cutrosas, donde a mi parecer pinta menos que el enano de Tom Cruise; (...)
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