Imagínese que trabaja en un servicio médico de urgencias y llega un bebé con graves quemaduras. Sus padres dicen que se deben a que el niño ha empezado a arder de repente, sin razón aparente. ¿Qué haría usted? Supongo que poner el caso en conocimiento de la Policía, ¿no? Pues, desgraciadamente, parece que en este mundo hay periodistas que se tragarían el cuento de los padres. Si no, lean estos títulares, procedentes de grandes medios: “Un bebé ingresa cuatro veces en el hospital por entrar en llamas espontáneamente“
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