A todo aficionado a la fotografía le surge alguna vez una boda. Algunos se animan a llevar su cámara buena para capturar los momentos más emotivos, otros se dedican en cuerpo y alma a hacer un reportaje que ni el fotógrafo oficial y otros optamos por la buena comida y bebida y una pequeña cámara compacta. Pero a los 3 les surgirán las mismas dudas al ver a ese personaje que se mueve entre los invitados cuya pesada bolsa al hombro le delata. ¿Es mejor que yo? ¿Cuánto cobrará? ¿Cómo se consiguen estos trabajos?
|
etiquetas: negocio , fotografía , bodas