Por supuesto, nos parece una barbaridad, pero la NASA afirma que aunque habría consecuencias negativas, también ayudaría a contrarrestar el calentamiento global. Para este experimento, la NASA simuló una pequeña guerra nuclear regional, equivalente a 100 bombas como la de Hiroshima. Lo interesante del asunto es que en caso de que ocurriera, se elevarían a la parte alta de la troposfera unos 5 millones de toneladas de carbón negro, produciendo un descenso de la temperatura que técnicamente invertiría el calentamiento global.
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