En California, una urbanización de 56 apartamentos acogió el pasado miércoles a sus primeros habitantes. Todos los edificios disponen de paneles solares en el techo que producen 140 kW, alimentando completamente las necesidades del complejo e incluso en ciertos días pudiendo transferir la energía sobrante a la red eléctrica. Los baños permiten elegir la cantidad de agua que se va a usar. La suma de todo esto es SOLARA, una urbanización que tiene la huella de un 95% más baja, lo que permite ahorrar la emisión de 1800 toneladas de CO2 anuales.
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