Al inicio de la guerra, en 1939, arqueólogos y pseudocientíficos se movían por todos los territorios conquistados por las tropas alemanas, desde Noruega hasta Grecia y desde Francia al Cáucaso, con el fin de encontrar supuestos objetos atribuibles a la civilización germánica. Para ello llegaron a hacer uso incluso de trabajadores forzosos y presos de los campos de concentración.Los descubrimientos arqueológicos servían a la propaganda mediática, como fue el caso de una urna de 1.400 años de antigüedad con una cruz gamada
|
etiquetas: germania , museo focke