Toda representación digital de la realidad (ya sea usando audio o imagen) es técnica y conceptualmente una falsificación. Y las cámaras fotográficas son uno de los vehículos que más utilizamos para trastocar la vida a nuestro antojo. Una vez tomada la foto, reducimos los píxeles, ajustamos tonos, usamos filtros, botones de “suerte”…hasta al final obtener una versión de la realidad mucho más alegre a nuestros ojos.¿Por qué no intervenir directamente en el grado de perfección de una foto en el mismo instante en que la tomamos?
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