Sucedió en Staten Island. Fuentes policiales aseguran que la mujer contraatacó a su agresor durante la violación con el cargador de su iPod, apuñalándolo en el cuello. Cuando la policía llegó, Fields (el violador) dijo "no pasa nada, es mi chica", poco antes de escapar, pero dejando atrás pistas que han llevado a su detención. Cuando fue detenido todavía tenía dos marcas en el cuello, producidas por la incisión de los conectores del cargador.
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