El problema, como siempre en nuestro país, es que estamos más ocupados intentando demostrar quien la tiene más grande que en satisfacer realmente a nuestra pareja. Y eso, suele provocar la eventual ruptura. Los macrofestivales han fracasado como modelo por su incapacidad de adaptar las necesidades económicas a la realidad del género musical que estamos tratando. Es hora de evitar la quiebra total reformulando el modelo. Y habrá sitio para todos.
|
etiquetas: festivales , españa , macrofestivales , conciertos