(C&P) Tras tres días postrado Liviu murió sin asistencia médica, rodeado de basura y escondido. Tras la marcha de los bomberos y la policía, en los balcones del Cabanyal la gente miraba incrédula como por un agujero salían personas. Con treinta y nueve grados en el mercurio al sol, estos nómadas de Europa del este iniciaron su marcha por las calles del barrio marítimo.
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