La niña de 11 años fue violada por la pareja de 65 años de su abuela materna y, al quedarse embarazada, la justicia le obligó a dar a luz. Al poner el caso en manos de la justicia, se detuvo al violador. La familia de la niña pidió que se le practicara un aborto pero la fiscal Adriana Giannoni, lejos de aceptar la lógica petición de los familiares, envió un oficio para que se protegiera “la vida desde la concepción”, es decir, para que el embarazo, pese a ser fruto de una violación, siguiera adelante por haber un bebé en proceso de gestación.
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