[C&P]Los ministros, se supone, cuentan con un equipo de asesores. Deberían ser capaces de explicar las cosas con el ejemplo más adecuado. A quien ocupa la cartera de Cultura no hay por qué suponerle una elevada formación cultural, igual que el ministro de Defensa no tiene por qué ser valeroso ni el ministro de Fomento ha de saber encofrar el hormigón. Volviendo a la cultura: la ministra Ángeles González-Sinde podría habérselo pensado un poco antes de poner a Mozart como ejemplo.[/C&P]
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