El primero de los ocho mossos d'Esquadra que ha declarado este miércoles como imputado por la muerte tras una reducción policial del empresario del Raval Juan Andrés Benítez ha asegurado a la juez que sus alaridos al reducirlo no eran de dolor, sino de rabia, han informado fuentes judiciales. 'Golpes de distracción' que, según él, entran en el procedimiento habitual para reducir a un detenido que se resiste.
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