Al monóxido de carbono se le ha apodado el "asesino silencioso" porque es difícil de detectar si no va acompañado de otras señales, y porque su inhalación excesiva es letal, ya que envenena al sistema nervioso y al corazón. Niveles bajos de este gas venenoso pueden tener un cierto efecto narcótico que mitiga en los habitantes de zonas urbanas congestionadas el nerviosismo inherente a situaciones típicas de la vida cotidiana en esa clase de entorno, como por ejemplo, el alto nivel de ruido.
|
etiquetas: monóxido de carbono , relaja , áreas urbanas