A este mesón situado en Araño, Rianxo, llegó una noche de agosto un cliente nada habitual y que estableció una gran empatía con Carlos, el dueño del establecimiento. Es un zorro que cada noche va a cenar al mesón, entre las diez y las once, y sin reparar en que haya más o menos gente.
|
etiquetas: zorro , rianxo , churrasquería , monchiño